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sábado, 25 de mayo de 2013

HOLA :)

Hola a tod@s!!!!! Sé que últimamente he estado bastante desaparecida pero es que he estado de exámenes, una semanita de excursión, enferma y haciendo trabajos. Pero no os preocupéis que ya me he puesto a escribir el siguiente capítulo y prometo que pasarán muchas cosas y que intentaré que sea muuuuuuy largo para que lo podáis disfrutar más y para recompensaros por esta espera taaaaaan larga. Os daré un pequeño adelanto: este capítulo va a ser el último que escriba sin nada nuevo, es decir, antes de subir el capítulo 20 haré una entrada un poco especial en la que os explicaré unas pequeñas "modificaciones" que va a tener la novela y que implican que habrá más personajes :). Cualquier duda, pregunta, curiosidad o lo que sea que tengáis me lo podéis decir a través del ask del blog o de mi twitter (@Beii_ptq) que os responderé a todo encantada :). Bueno, un besazo enorme para tod@s y espero que disfrutéis de todos los capítulos que le quedan a la nove!! <3

sábado, 30 de marzo de 2013

CAPÍTULO 18, SECRETOS Y RECUERDOS…


Abrí el grifo de la bañera con la intención de que Nick pensase que me estaba dando un baño y, así, no me hablase. Por una parte lo que quería era sumergirme en mis pensamientos y aislarme del mundo exterior para tratar así de conseguir aclarar todas las ideas que agolpaban mi mente, pero por otro lado también quería olvidarme de la situación que me rodeaba, tratar de pasar página y seguir con mi vida como si nunca hubiese pasado nada. Mientras pensaba en qué hacer a continuación no me di cuenta de que me había quitado la ropa y me había puesto el albornoz en cuestión de segundos, rápidamente mi cerebro le ordenó a mis piernas que se diesen prisa en salir del baño y que se colocasen justo en frente de Nick, pero no se conformó con eso y tuvo que mandarle a mi boca que empezase a hablar con él después de haberle dado un beso a modo de saludo en la mejilla.
-¿Qué tal tu día?-Le dije con una sonrisa sin entender de dónde había sacado las fuerzas suficientes para tratar de disimular y fingir que no pasaba nada.
-Bien, he estado dando una vuelta.-Dijo algo cansado.-Tenía que estar sólo un rato para tratar de pensar con claridad.¿ Y tú que has hecho?- Preguntó a la vez que se sentaba en la cama y se empezaba a quitar la camisa.
-Pues he ido a casa de una antigua amiga, tenía que decirle todo lo que había pasado.-Dije lo más rápido que pude para que ninguna lágrima consiguiese arrimarse a mis ojos.-Ahora estaba a punto de darme un baño para tratar de relajarme.
-¿Me lo dices para que te acompañe?-Dijo mientras se terminaba de quitar la camisa y se levantaba de la cama para ponerse a tan sólo unos milímetros de distancia.
-Te lo digo porque me lo has preguntado.-Dije a la vez que me acercaba a su boca y le daba un beso apasionado. Entonces recordé que mientras hablaba con Sara sobre Nueva York esa misma mañana estaba pensando en decirle a Nick que quizás deberíamos tratar de tomar caminos diferentes y ver qué era lo que nos deparaba el destino. Poco a poco separé nuestros labios y proseguí nuestra conversación.-Lo siento Nick pero necesito relajarme y…, bueno…, la verdad es que contigo dándome un baño no creo que me dé relajado mucho, la verdad.- Dije mientras cogía mi iPhone y regresaba al baño dispuesta a darme un baño que consiguiese despejarme por completo.
-Está bien, pero no tardes que igual cuando te consigas relajar del todo podremos conseguir retomar nuestra conversación.-Dijo con una sonrisa traviesa.
         Me limité a contestarle con otra sonrisa. No tenía ganas de hacer nada, fue en ese momento cuando se me ocurrió que podría hablar con una persona que quizás sí lograse animarme, me metí en la bañera y cogí mi móvil dispuesta a llamar a esa persona. Deslicé mi dedo suavemente sobre la pantalla del teléfono para que así apareciesen unos números que me permitiesen marcar el número secreto y así lograr desbloquear el teléfono móvil. Me debí de confundir de contraseña porque el teléfono me dijo que ese número era incorrecto, después de pensar durante unos segundos recordé que Nick y yo habíamos cambiado la contraseña por un problema que había tenido mi móvil. Escribí la contraseña y, cuando el móvil se hubo desbloqueado, me di cuenta de que ése no era mi teléfono, sino el de Nick. Pero ya era demasiado tarde, de hecho había visto algo que con toda seguridad Nick no hubiese dejado nunca que yo lo viera, era un mensaje de Whatsapp de una tal Charlotte, no sabía por qué pero ese nombre me sonaba a horrores, sin saber cómo mis ojos terminaron parados en la conversación, una conversación que marcaría el resto de mi vida. Bloqueé el móvil, no quería ni podía seguir leyendo, opté por darme un baño para relajarme, llorar un poco y pensar con claridad en cuál tendría que ser mi siguiente paso. Decidí hacer como si no hubiese pasado nada, aunque para mi sorpresa me doliese lo que acababa de leer en el móvil de Nick. Salí del baño con toda naturalidad y le expliqué a Nick que me había dado cuenta de que me había confundido de móvil cuando quise desbloquearlo y lo único que conseguí fue que no se desbloqueara. Después de explicarle el pequeño malentendido fue a darse una ducha y fue cuando aproveché para abrir mi joyero y sacar el baúl que me había entregado Sara esa misma mañana. Cogí la llave y volví a abrir la pequeña caja observando de nuevo todo lo que había en su interior, necesitaba verlo de nuevo porque me daba fuerzas para seguir adelante, desde que había llegado a Madrid había sido uno de los pocos motivos que habían logrado hacerme sonreír. Mientras pensaba en todo esto se me ocurrió una idea, cogí la caja y la guardé en uno de mis bolsos dispuesta a llevar a cabo al día siguiente la pequeña locura que se me acababa de ocurrir. Justo cuando estaba terminando de preparar las cosas que llevaría por la mañana Nick salió de la ducha. No tenía ganas de estar con él por lo que me vestí rápido y me inventé la excusa de que iba a dar una vuelta con Berry para poder así distanciarme de él.
         Llevaba caminando cerca de cinco minutos cuando me di cuenta e que mi móvil estaba sonando: era Bella. Hablamos durante unos 20 minutos en los que le conté absolutamente todas las cosas que me habían pasado, como buena amiga escuchó atentamente todo lo que yo le contaba aportando de vez en cuando su opinión. Gracias a la conversación que mantuvimos supe qué era lo que tenía que hacer. Cuando guardé el móvil en el bolso mi manó se rozó con algo, concretamente con un papel; con cuidado lo desdoblé y me di cuenta de que era la misteriosa nota que había encontrado hacía poco en mi habitación del hotel, sin saber muy bien cómo tomé la decisión de que debía ir a esa cita para seguir averiguando qué era lo que le había pasado a mi hermana.
         Después de caminar durante media hora llegué al fin al lugar en el que me había citado el misterioso escritor de la nota. Me di cuenta de que no había nadie a mi alrededor y de que se había hecho muy tarde. Comencé a andar sin rumbo por el romántico parque recordando los buenos momentos que había vivido junto a aquellos árboles, en especial se me vino a la cabeza el día en que Sergio vino a casa porque había quedado con mi hermana. 
       <<Bianca estaba tan nerviosa que casi se comía las uñas y yo tenía unas tremendas ganas de llorar porque el chico de mis sueños prefería pasar tiempo con mi hermana pequeña en vez de pasarlo conmigo. Sí, estaba celosa. Pero cuando oí el timbre y fui a abrir la puerta recibí al chico rubio de ojos azules que estaba en frente de mí con la más amplia de mis sonrisas pese a que lo único que quería hacer en ese momento era salir corriendo directa a mi habitación, tirarme en mi cama y no parar de llorar hasta el día siguiente. Para mi sorpresa Sergio me dirigió la mirada más seductora que había visto en mi vida, pero no sólo se limitó a eso sino que se acercó a mí lentamente y me dio dos besos. Mi cara debía de ser bastante graciosa porque cuando se separó de mí soltó una tímida risita, yo también me empecé a reír y al final acabamos los dos a carcajadas. Grité el nombre de mi hermana para avisarla de que su acompañante había llegado, pero como siempre aún le faltaban diez minutos para bajar así que invité a Sergio a pasar para que no tuviera que estar esperando solo y aburrido fuera de casa como si fuese un perro. Al principio no sabía de qué hablarle porque era unos años mayor que yo, él se dio cuenta por lo que en seguida comenzó a hablar de temas que pudiéramos tener en común y así conseguir que yo me sintiese mucho más cómoda. Estaba disfrutando con él como nunca lo había hecho con nadie, me estaba riendo tanto que varias lágrimas se habían conseguido asomar por mis ojos, sin embargo me lo estaba pasando tan bien que no me di cuenta de que mi hermana estaba bajando por las escaleras y aparecía en el salón con un precioso vestido, pero cuando la vi me quedé con la boca abierta y no  podía dejar de decirle lo guapa que estaba vestida así. Ella estaba sonrojada, casi no escuchaba lo que yo decía sólo estaba atenta a lo que podía estar pasando por la cabeza del guapísimo chico que le había pedido una cita. Recuerdo perfectamente cómo cuando ya se iban por la puerta Sergio le dijo a Bianca que me estuvo enseñando fotos de su familia y después se había dejado la cartera encima de la mesa, yo me dije a mí misma que eso no era verdad porque ni siquiera habíamos hablado de nuestras familias pero decidí seguirle la corriente para saber cuál era su próxima locura. Entró corriendo antes de que yo cerrase la puerta y, antes de que yo pudiese decir nada, sacó de un bolsillo del interior de su chaqueta una rosa roja y me dijo a la vez que me la entregaba.
-Era para tu hermana, pero tú te la mereces más que ella.
-Yo…, no…- Empecé a tartamudear, pero antes de que pudiese seguir hablando él continuó.
-Volveré a por ti.-Me dio un tierno beso en la mejilla y se fue corriendo gritando que ya había cogido la cartera.>>
         De repente me choqué con un banco y me di cuenta de que estaba sonriendo, me sentía feliz volviendo a revivir todos aquellos recuerdos. No sé cómo ni por qué pero mis ojos se detuvieron en el banco con el que había chocado, no era un banco cualquiera, era nuestro banco. Lo observé a la vez que recordaba nuestro primer beso, él había ido a mi casa una semana después de haber tenido aquella primera cita con Bianca, vino con el pretexto de que me tenía que dejar un libro, me lo entregó con una sonrisa mientras yo le miraba con la cara que a uno se le pone cuando le dan uno de los mayores sustos. Esa noche comencé a leer el libro y no paré hasta que vi algo que me extrañó: una nota en la que ponía que quedábamos en una calle lo suficientemente alejada de mi casa como para que ni mis padres ni mi hermana se diesen cuenta de que en vez de ir con mis amigas como yo les había dicho, me iba con un chico que, se daba la casualidad de que era algo más que un amigo de Bianca. Sin saber muy bien por qué mis ojos se fijaron en la página en la que había descubierto la nota: la 68, desde aquel día ése había sido mi número favorito. Cuando me lo encontré en el lugar donde me había citado aquella noche, recuerdo que me dio un casco a la vez que me decía que me subiese a la moto porque quería enseñarme una cosa. Me vendó los ojos en cuanto aparcó la moto y me llevó hasta aquel banco, era una  noche preciosa de verano y, se daba la casualidad de que había luna llena, yo estaba ensimismada mirando el cielo y dándome cuenta de lo feliz que me hacía estar con ese chico cuando noté como lentamente se acercaba a mí, recuerdo que me dijo que estaba preciosa y, justo en ese momento, me besó. Después estuvimos una hora hablando y riéndonos hasta que llegó la hora de que me llevase de nuevo a la calle en la que habíamos quedado para que así yo pudiese regresar a casa a la hora prevista, fue allí cuando me dio otro beso, uno apasionado. Recuerdo volver a casa y no poder pegar ojo en toda la noche por lo bien que me sentía.
         Me volví a fijar en el banco y vi algo enganchado a una hoja: era otra nota. Me agaché y la leí.
Sigue todas las pistas

         Guardé la nota en uno de los bolsillos de la chaqueta y sonreí, sabía perfectamente qué era lo que tenía que hacer. Salí del parque y llamé a un taxi para llegar lo antes posible al hotel, Nick se preguntaría dónde andaba. Pero mi mente tenía algo muy claro: mañana sería un día nuevo y debía aprovecharlo al máximo.
        
 Posdata: Espero que os haya gustado mucho el capítulo, haré dentro de poco una entrada para deciros unas novedades de la novela :). Aprovecho para daros las gracias a todos los que comentáis, gracias a vosotros esta pequeña historia sigue adelante. Besos a todos!!!!        

domingo, 24 de marzo de 2013

Nota Importante!!!!

Hola a todos!!!!! Antes de nada quiero pediros perdón mil veces a cada uno de vosotros por no haber subido el capítulo, pero es que he estado con los exámenes finales y la verdad es que bastante estresada pero ha valido la pena porque me han dado las notas y la verdad es que estoy bastante contenta. Bueno os aviso de que en cuanto termine de escribir esta pequeña entrada me pondré a escribir ese largo y bonito capítulo que os había prometido, eso sí os aviso de que haré otra pequeña entrada como ésta para hablaros de unas pequeñas novedades de la novela. No me enrollo más y así me pongo a escribir ahora mismo que buena falta me hace el tiempo. Muchos besos a todos y gracias por ser tan pacientes esperando los capítulos <3. Os dejo con una frase que me ha parecido que deberíamos tenerla mucho más en cuenta y utilizarla como ejemplo a seguir. Besos amores!!!!

No importa cómo de buena o mala pienses que es la vida, levántate cada día y estate agradecido por tu vida.


jueves, 28 de febrero de 2013

5 Seconds Of Summer

Siento no haber podido subir capítulo pero es que he estado muy ocupada y lo peor es que no acabo los exámenes hasta dentro de dos semanas!!!, pero no os preocupéis que prometo escribir en todos los ratitos libres que tenga, aunque sinceramente llevaba una semana sin encender el ordenador, ya os dije que estoy bastante ocupada no sólo por el colegio sino por unos asuntos que tengo en la cabeza pero que ya os contaré otro día, no os preocupéis que ya os las contaré otro día que ahora voy a tratar de empezar a escribir el siguiente capítulo ;)

Bueno ésa era la primera parte de esta entrada, ahora viene la segunda :). Os habréis dado cuenta de que el nombre de la entrada es un poco raro, bueno pues es el nombre de una banda australiana que me ENCANTA.También son conocidos por las siglas 5SOS. Sus integrantes son: Luke Hemmings (voz y guitarra), Calum Hood (voz y guitarra), Ashton Irwin (batería y voz) y Michael Clifford (voz y guitarra). Os los recomiendo al 100%, tienen un estilo pop-rock y la verdad es que sus canciones so muy pegadizas. Muchas Directioners los habréis conocido porque son los teloneros del Take Me Home Tour, yo me enteré de quienes eran hace un mesecito más o menos gracias a un blog y la verdad es que estoy súper contenta de que hayan llegado tan lejos en tan poco tiempo. Bueno os voy a dejar unos vídeos de ellos para que así la espera del próximo capítulo se os haga más rápida :).

                                       





POSDATA: Espero que os gusten tanto como a mí, y no os preocupéis que trataré de hacer un huequito en mi agenda para escribir un capítulo bien chulo :)




jueves, 21 de febrero de 2013

One Way Or Another!!!

Aquí os dejo el nuevo vídeo de los chicos y si os ponéis a aplaudir como focas retrasadas no os preocupéis que a mí también me ha pasado. Espero que os riáis tanto como yo, muchos besos a tod@S y en especial a tod@s l@s Directioners!!!!
POSDATA: NO ME HAGO RESPONSABLE DE LOS POSIBLES TRASTORNOS Y SECUELAS QUE PODÁIS TENER DESPUÉS DE VER ESTE VÍDEO!!

Premio!!!

Siento desanimaros pero esto no es un nuevo capítulo, es una entrada muy especial porque me han nominado a un premio!!!! Os preguntaréis quién me ha concedido este honor, pues ha sido una seguidora y lectora del blog que consiguió sacarme una sonrisa con el primer comentario que me escribió, se llama Amistad Secreto y tiene un blog de relatos muuuy bonito, en serio escribe genial. Aquí os dejo el enlace para que le echéis un vistazo: http://fantastic-stories-of-my.blogspot.com.es/

Ésta es la imagen del premio: 

Y ahora unas preguntitas:


¿Qué te gusta más, cocinar postres o platos de cuchara?
Pues me gusta mucho más cocinar postres, creo que es mucho más divertido cocinarlos y luego comerlos :)

¿Qué es lo más importante para ti en una persona: la personalidad o el físico?
Lo tengo claro: la personalidad. Es realmente lo que define a una persona, el físico nunca te demostrará si una persona puede valer la pena, en cambio la personalidad es lo que te hace confiar en las personas y dejar  que entren a formar parte de tu vida.

¿Cuándo empezaste con el blog?
El 6 de Enero de este año.

¿Quién fue la persona que te inspiró para empezar en este mundo?
La verdad es que me estaba planteando hacer un blog para colgar los capítulos de la novela que estoy escribiendo pero no sabía si hacerlo o no. Fue entonces cuando un día, por casualidad entré en el blog de KissTheGirl que se llama My Dream Are You y me enamoré de todo lo que contaba a través de sus palabras, leer su novela me hace una de las personas más felices en el Mundo y me dije a mí misma que mi pequeña historia también le podía alegrar el día a alguien como me lo alegra a mí ella así que creé el blog y aquí estoy, más feliz que una perdiz :P

¿Sueles seguir muchos blogs o te llegan los seguidores por otras personas que te han conocido?
Sólo sigo los blogs que me enamoran desde el primer momento en que los veo y, la verdad, es que siempre me suelen seguir.

¿Qué te gusta más cocinar o que te cocinen?
Me encanta cocinar, pero si no tengo mucho tiempo para hacerlo me estreso y es cuando prefiero que me cocinen.

¿Cuál es tu mejor receta?
Natillas con galleta!!! Me encanta hacerlas para luego disfrutar mientras las como!!!

¿Qué le pides a una persona para que sea tu amiga?
Que esté en los buenos y malos momentos, que sea sincera y que aguante todas mis locuras.

¿Cuál es la mejor película que has visto?
Creo que es muy difícil escoger solamente una, pero bueno voy a decir las de la saga de Harry Potter porque me encantaron tanto los libros como las películas.


Bueno ahora los blogs que he elegido:

http://my-dream-are-you.blogspot.com.es/
http://fantastic-stories-of-my.blogspot.com.es/
http://a-world-of-magic-words.blogspot.com.es/
http://diario-unachicanormal.blogspot.com.es/
http://thenewliveonedirection.blogspot.com.es/
http://cincochicosunadireccion.blogspot.com.es/
http://daretodreamiseasy.blogspot.com.es/
http://sietevoces-unacancion.blogspot.com.es/

Espero que os gusten todos tanto como a mí. Besitos :)
POSDATA: Colgaré capítulo este fin de semana, siento mucho el retraso pero es que he tenido muchos exámenes, tareas, trabajos y problemas familiares :(



lunes, 11 de febrero de 2013

Película de One Direction!!!

Esta entrada va para todas las directioners ;), así podréis ver el tráiler de la peli que están haciendo los chicos. Espero que disfrutéis de este pequeño adelanto, seguro que os encantará y emocionará tanto como a  mí. Besazo enorme!!!!


CAPÍTULO 17, PLAZA DE JACINTO BENAVENTE…


 Mientras bajábamos al garaje de la casa de Sara mi mente le daba vueltas a un pensamiento: lo único que quería era saber la verdad de lo que le había pasado a mi hermana. Por suerte tenía el presentimiento de que sabía qué era lo que debía hacer a continuación.
         Cuando nos metimos en el coche, me fijé en que tenía navegador y respiré tranquila porque así ya sabría cómo ir a la dirección que tenía apuntada. Me senté en el asiento del conductor aunque por las caras que ponía mi acompañante, intuí que esa no debía de ser una buena idea por lo que enseguida le cedí mi asiento y me limité a meter en el navegador la calle a la que quería que me llevase el coche a la vez que rezaba para que esa dirección fuese real.
         Aunque no tenía ganas de hablar le conté a Sara todo lo que me había pasado en Nueva York, si le hablé de todos mis problemas y preocupaciones fue por el simple hecho de que así sabía que no le daría vueltas a la situación que estaba viviendo y me distraería un rato de lo que pensaba que me podría deparar el futuro. Sara se limitaba a escucharme y la verdad es que eso me reconfortaba ya que en ese momento no me sentía con fuerzas para contestar a preguntas que me hiciesen sentir incómoda como por ejemplo si seguía queriendo a Nick como pareja o, simplemente, estaba a su lado porque esa era la manera de no sentirme sola, de compartir mi vida con alguien. Sabía perfectamente que Sara no me hacía esa pregunta no por no hacerme sentir incómoda sino más bien porque se temía mi respuesta y porque sabía que ese asunto lo debía de resolver yo sola, sin ayuda de nadie.
         Justo cuando ya  había terminado de contarle todos mis problemas a mi amiga y ya había conseguido olvidarme de a dónde íbamos y por qué, noté cómo se paraba el coche.
-Está bien, ya hemos llegado. Ahora ya me puedes contar qué hacemos aquí.-Dijo Sara con una mirada seria que yo casi no conocía.
-Vale, lo haré.-Dije mientras soltaba un gran suspiro.-Pero será cuando salga del lugar que se esconde detrás de esta dirección.-Dije a la vez que señalaba el nombre que aparecía en el navegador.
-Acabemos lo antes posible.-Dijo a la vez que  abría la puerta del coche y salía al exterior.
         Nos dirigimos hacia la dirección que encontré apuntada en la nota que estaba en la habitación de mi hermana, en el hospital. Tuvimos que andar durante un minuto que se me hizo eterno hasta llegar al lugar indicado.
-¿Me has preocupado tanto para venir a una librería?-Preguntó Sara algo enfadada.
-Yo.., es que era la librería favorita de mi hermana y había pensado comprarle un regalo para dárselo cuando despertase, si es que algún día se despierta.-Comenté tratando de disculparme. Le estaba mintiendo a Sara, sí. Nunca había estado en esa librería pero quería entrar y sabía que sólo me dejaría hacerlo si le ponía una disculpa lo suficientemente creíble.
-Ah, yo…, lo siento mucho…, no sabía que…
-No pasa nada, sé que no lo hacías con mala intención, ¿podemos entrar?
-Sí, por supuesto.
         Cuando entramos me fijé en cómo estaba decorado el pequeño local. Había cuadros por todas partes y estanterías llenas de libros que parecían tratarse de viejas obras de arte. Mientras lo observaba todo con gran interés para que no se me escapase ni el más mínimo detalle, a mi cabeza se me vino el pensamiento de que ese no era el tipo de local que solía frecuentar mi hermana y la idea de que ahora sí que me parecía que la nota que había encontrado no había sido más que una simple broma de mal gusto. Decidí dar una vuelta por la librería para comprar un libro y así hacer que mi pequeña mentira pareciese real. Conseguí deshacerme fácilmente de Sara diciéndole que me esperase fuera porque necesitaba estar sola un rato y, de esta manera, poder dirigirme al mostrador para tratar de conseguir averiguar algo, si es que había algo que averiguar.
-¿Desea que le ayude en algo?-Me dijo una amble señora.
-Pues, sí la verdad. Creo que mi hermana se vino el otro día a dormir a casa de una amiga y, de paso, encargó un libro que se tenía que leer para un trabajo o algo así, pero es un poco despistada y no está segura de si lo encargó en esta librería o en una que está más cerca de la casa de su amiga.-Dije mientras mi cabeza pensaba por qué me había inventado esa pequeña historia.
-Está bien, dígame el nombre de su hermana.-Dijo la amable señora mientras cogía una libretita en la que debía apuntar los libros que le encargaban sus clientes.
-Sí, por supuesto, se llama Bianca.
-Sí, aquí hay una tal Bianca. ¿Me podría decir el número de teléfono de su hermana para verificar que es la misma persona?
-Sí, por supuesto. Un momento.-Dije un poco nerviosa a la vez que cogía mi teléfono y le mostraba el número que aparecía en la pantalla.-¿Es su número de teléfono?
-Pues me temo que no.-Dijo la señora con un aire triste.
         Me disponía a dar la vuelta cuando se me ocurrió una idea un tanto descabellada pero que podía dar resultado, así que rápidamente me di cuenta de que no tenía nada que perder por intentarlo pero sí mucho que ganar, por lo que seguí con la mentira que me había inventado.
-¡Pero qué tonta soy! Disculpe que la vuelva a molestar pero es que mi hermana ha cambiado de teléfono y seguramente pensaba que le irían a cambiar su número de teléfono por lo que ha decidido darle el de su novio. ¿Me haría el favor de mirar si coincide con este número de teléfono?-Le pregunté a la vez que le volvía a enseñar la pantalla de mi móvil.
-Sí, es el mismo número.-Dijo la señora un poco aliviada.-Menuda preocupación me has quitado de encima, niña. Pensé que tu hermana no se iba a dignar a aparecer y eso que ayer me llamó su novio diciéndome que vendría a recoger el encargo en cualquier momento, bueno la verdad es que porque me has dicho tú que era su novio que si no…,¡pensaba que era una broma o algo parecido!-Le debía de estar mirando con una cara un poco rara porque enseguida soltó una disculpa.-Quiero decir, entiéndeme. Que te venga una chica hace dos semanas a encargar un libro y que no aparezca y luego que me llame un chico con el número que me había dado ella como suyo y que me diga que dentro de poco iría alguien a recoger un libro, no me dirás que no suena un poco a película.
-Sí, la verdad es que yo tampoco me lo termino muy bien de creer. Pero mi hermana es bastante despistada y lo está pasando muy mal. Problemas graves de salud.-Dije a la vez que una lágrima resbalaba por mi mejilla debido a lo duro que resultaba para mí decir esas palabras.
-Yo…, lo siento mucho. No quería que te pusieras así, si llego a saber que a tu hermana le había pasado algo no hubiese dicho nada. Lo siento muchísimo.
-No, no se preocupe si no es su culpa. Usted no sabía nada de lo que le había pasado a mi hermana su novio tampoco la avisó de que Bianca estaba enferma y no podría venir a recoger el pedido, pero no se preocupe que cuando esté con él ya le diré un par de cosillas. –Le dije con la mayor sonrisa que podía mostrar en un momento tan doloroso para mí.-Bueno, ¿me podría dar el pedido?- Le pregunté a la vez que me secaba las últimas lagrimillas.
-Sí, cómo no. Acompáñame. Como pensé que nadie vendría a recoger el libro lo dejé en una estantería para que así el primero que lo viera lo comprara y la verdad es que ayer vino un chico guapísimo que estuvo a punto de llevárselo pero me dijo que vendría hoy por la noche. ¡Qué pena, con lo majo que parecía!
-¿A sí?-Pregunté tratando de que la señora me contase algo más sobre el misterioso interesado en la novela.
-Sí, era muy guapo. Si tuviera tu edad, ¡quién sabe, a lo mejor me hubiese ido a tomar algo con él! Era tan rubio y tenía unos ojos azules tan bonitos.-La señora vio que por mis labios se asomaba una sonrisa un tanto picarona y con la intención de animarme continuó hablando.-Deberías quedarte por aquí para ver si aparece, seguro que le gustas mucho. Tienes una sonrisa preciosa.
-Pues me encantaría pero mi amiga me está esperando fuera, así que tengo un poco de prisa.
-Aquí está.-Dijo parándose en frente de una estantería.
-Deje, ya lo cojo yo. Por cierto, ¿me podría traer el libro que tiene en el escaparate a la derecha de todo? Me gustaría echarle una ojeada.
-Sí, por supuesto. Ahora vuelvo.
         Cuando vi cómo la señora desaparecía entre los estantes de libros para dirigirse al escaparate, abrí rápidamente el libro que tenía en las manos hasta que encontré lo que estaba buscando, inmediatamente después oí cómo la señora se acercaba, así que guardé el objeto que había encontrado pegado por la parte de dentro a la contraportada del libro en mi bolso y me dispuse a fingir que estaba inmersa en las palabras que componían el prólogo.
-¿Es éste al que te referías?-Me preguntó la librera.
-Sí, oh…,  pero qué despistada soy. Al ver la portada pensé que era un libro que quería mi padre, pero me he confundido.-Más mentiras, ¿es que hoy no podía parar de recurrir a ellas para salir de todos los apuros?-¿Me podría cobrar? Como le dije antes, tengo un poco de prisa.
         Salí de la librería después de haberme despedido de la señora que tan amablemente me había tendido y me dirigí hacia donde estaba Sara.
-Menos mal, pensé que no ibas a salir nunca.-Dijo a modo de saludo.
-Ya, yo también pensé que hasta mañana no conseguiría librarme de ella. Es que me dijo que le recuerdo mucho a Bianca y que hacía unas semanas que no sabían nada de ella y ya se estaban desesperando, opté por contarle tan solo una parte de la verdad, le dije que tenía problemas de salud graves. No quería que esa pobre señora se sintiese mal.-Bueno, esta vez no había dicho ninguna mentira, sólo había disfrazado un poco la verdad.
-Ya, pobrecita. Bueno, ¿nos vamos?
-Sí, por favor. Necesito un buen baño caliente para despejarme un rato después de haber vivido este día tan intenso.
         Llegué al hotel cuando estaba anocheciendo, las luces estaban apagadas, no había ni rastro de Nick por ninguna parte. Rápidamente cogí lo que me había encontrado en el libro que había encargado mi hermana: unas llaves. Bueno no unas cualquiera sino las que abrían el pequeño baúl que me había entregado Sara esa misma mañana. Cogí la caja y con un hábil movimiento de muñeca conseguí abrir la cerradura, al principio no reaccioné, pero a los pocos segundos me di cuenta de qué significado tenía lo que había en el interior del baúl. Por desgracia no me pude detener más de unos cinco segundos a ojear lo que había encontrado porque oí como unos pasos se dirigían hacia mi habitación. Cerré la caja y la escondí en mi joyero, sabía que Nick no lo abriría porque para eso necesitaba saber la combinación con la que se abría el candado y, cogiendo mi bata y mi pijama me dirigí al baño. No tenía ni tiempo ni ganas de hablar con él, necesitaba estar sola.

Al mismo tiempo en la librería en la que había estado Miriam hacía unas horas…
         Un joven entró en el local, sabía que faltaban apenas unos minutos para cerrar pero eso era lo que pretendía.
-Buenas noches.-Saludó amablemente a la dependienta, una señora que debía pasar de los sesenta años.-Venía a por el libro que vi ayer por la tarde.-Dijo enseñando con una sonrisa su magnífica dentadura.
-Lo siento mucho, pero ha venido hoy la hermana de la chica que lo había encargado y se lo ha llevado.-Dijo la señora un poco triste.
-No se preocupe. Bueno, que pase una buena noche.-Fingiendo estar afectado por no poder llevarse el libro se fue de la tienda sin mirar atrás, pero al dar unos cinco pasos se dibujó en su cara una amplia sonrisa mostrando su felicidad por las palabras que acababa de oír, aunque al llegar a casa tuviese que preparar la maleta para el viaje que sabía con toda seguridad tendría que hacer. Pero valía la pena, porque volvería a ver la sonrisa que consiguió enamorarle tan sólo unos años atrás.

POSDATA: Espero que os haya gustado mucho este capítulo, prometo que en el siguiente pasarán muchas cosas ;). Comentad!!!!! Un besazo a tod@s!!!!!

jueves, 7 de febrero de 2013

Entrada especial ;)!!!!

Hola a tod@s!!!! Qué tal va vuestra semana??? Bueno yo con unos cuantos exámenes, así que aún no he podido empezar a escribir el siguiente capítulo, pero no os preocupéis que este fin de semana trataré de subir :). Bueno os preguntaréis el por qué hago esta entrada, pues para daros las gracias!!!! Sí, las gracias porque ya tengo más de 1000 visitas!!! Ya sé que no son muchas pero algo es algo y la verdad es que estoy muy contenta, aunque estaría aún más feliz si comentaseis más personas!!!
También os quería preguntar algunas cosillas: Como habréis notado he hecho algunos cambios en el blog (la fotografía de Londres con la frase más importante de la novela y la incorporación de música) y me encantaría saber qué os han parecido. Por cierto si os gusta mucho alguna canción que no esté en la lista de reproducción dejad algún comentario que en cuanto tenga un minutito libre la pongo, así la música es para todos los gustos que por ahora sólo tiene las canciones que más me gustan a mí, pero también me gustaría que pudieseis escuchar canciones que también os gusten a vosotros.
Bueno pues me despido de vosotros con otro GRACIAS y no os preocupéis que trataré de que en el siguiente capítulo pasen cosas muyyy interesantes.(tengo una idea de las mías en mente solo que mis ideas suelen ser un poco locas si no que se lo digan a mis amigos y familiares jeje). Besazo enorme a todos y feliz Carnavales!!!!
POSDATA: Por favor animaros a comentar!!!!!

domingo, 3 de febrero de 2013

Noticias!!!

Hola a todos!!!! Hago esta entrada para avisaros de que a partir de ahora subiré entre uno y dos capítulos por semana, aunque eso no quiere decir que haya semanas que suba casi todos los días. Si queréis saber qué días voy a subir capítulo sólo tenéis que seguirme en el twitter que os pongo en la página de Contactos ;). Bueno un besazo enorme y espero que cada día disfrutéis más con mi nove!!! :)

sábado, 2 de febrero de 2013

CAPÍTULO 16, SARA…

         Antes de hacer nada de lo que me pudiese arrepentir, decidí llamar a Sara. Ella sabía lo que había pasado, lo había sufrido. Me dijo que me pasase por su casa y que se cambiaría mientras hablábamos y tomábamos algo.
         Mientras caminaba hacia su casa situada en una de las calles del centro, empecé a pensar qué sería lo que me depararía el destino en la dirección que estaba apuntada en la nota que había encontrado en el ramo de flores de la habitación de mi hermana. Casi sin darme cuenta llegué al portal de la casa de Sara. Llamé a su piso, el 7º, y alguien me abrió. Cuando llegué a la puerta del piso que compartía con sus padres y su hermano mayor, una señora que de sobra conocía me abrió la puerta y me acompañó hasta el salón donde se encontraba Sara.
         No esperamos a que Amelia, que así se llamaba la asistenta, saliese de la habitación para empezar a abrazarnos como si hiciese 10 años que no nos veíamos. Debimos de estar así unos tres minutos, abrazándonos y llorando sin parar. Cuando logramos calmarnos empezamos a reírnos a carcajadas y cuando por fin estuvimos completamente tranquilas empezó nuestra conversación.
-¿Qué tal por Nueva York?-Dijo con una sonrisilla un tanto traviesa.-Me ha dicho una pajarillo que ya tienes novio y todo.
-Pues la verdad es que la ciudad es asombrosa. Y sí, ya tengo novio. Es un cielo, lo quiero un montón. Si quiere un día te lo presento, hemos venido los dos a Madrid, dijo que quería apoyarme después de lo ocurrido.-Dije mientras la sonrisa que tenía dibujada debido a las carcajadas que nos habíamos echado desaparecía de mi rostro.
-Miriam voy a ser directa y, sobre todo, sincera. Creo que necesitas saber algo y si yo fuese tú querría saberlo.-Dijo después de meditar un rato las palabras exactas que tenía que utilizar.
-Está bien, dispara. Sea lo que sea no creo que sea peor que por todo lo que tenido que pasar estos días, así que creo que lo aguantaré.-Dije con un tono de voz que me hacía parecer más segura.
-Está bien…Creo que Bianca no tuvo ese accidente de manera casual. No, no lo creo. Estoy segura. Yo…, ella estaba muy rara últimamente, tanto que le pregunté si le pasaba algo, si estaba preocupada, triste, cualquier cosa que me pudiera indicar qué era lo que le pasaba. Pero no me contestó, se limitó única y exclusivamente a darme una cosa. Cuando me la dio sus palabras textuales fueron:”Dáselo a Miriam, ella sabrá qué hacer”. Ésas fueron las últimas palabras que me dijo antes de que pasara lo que pasó. Yo…, iba a llamarte esta noche para invitarte a cenar y entregarte lo que me dio Bianca para ti.-Después de decir esto comenzó a llorar, pero esta vez no eran lágrimas de alegría sino de todo lo contrario: Eran lágrimas de una tristeza inimaginable.
-Vale, necesito que hagas algo por mí y por Bianca, ¿crees que podrás?-Dije cuando noté que dejaba de llorar.
-Sí, por supuesto. Haré todo lo que esté en mi mano para  ayudaros.
-Aunque me duela cada palabra que vayas a decir con la historia que te voy a pedir que me cuentes, necesito que lo hagas y, sobre todo, que me cuentes todo, absolutamente todo lo que pasó esa noche. La noche del accidente. Aunque antes me gustaría que me dieses lo que mi hermana quería que me entregases.
-Sí, por supuesto. Ahora vuelvo.-Y diciendo esto se levantó del sofá en el cual estábamos sentadas y se dirigió hacia su habitación.
Al cabo de unos segundos volvió a aparecer en el salón con algo en la mano. Parecía una especie de baúl. Cuando Sara colocó la especie de cajita con un pequeño candado en mis rodillas, recordé que se lo había regalado Sergio a Bianca cuando habían empezado a salir y las cosas aún iban bastante bien. También recordé que era el único secreto que tenía conmigo porque nunca, jamás, me dejó abrirlo. Yo me moría por descubrir qué era lo que guardaba en su interior, pero jamás lo hice por miedo a que eso nos separase.

-¿Estás bien Miriam?-Dijo Sara sacándome de mis pensamientos con una vocecilla tímida que yo nunca había conocido.
-Oh, sí, sí. Es sólo que esta cajita me trae muchos recuerdos- Le contesté a la vez que trataba de que unas lagrimillas que se querían asomar por mis ojos no lo consiguieran.-Bueno, cuando quieras puedes empezar con tu relato.
-Está bien, pero te aviso de que no va a ser nada fácil ni contarte el relato de cómo sucedió y, menos aún, de escuchar y asimilar todas mis palabras.
 `Estábamos en una fiesta en la casa de una amiga a las afueras de Madrid. Era tarde y Bianca ya se quería ir, así que nos fuimos todos los de la pandilla con ella porque la verdad es que menos tu hermana estábamos todos bastante perjudicados. Antes de montarnos en el coche le pregunté a Bianca si le pasaba algo, ya te dije antes que estaba un poco rara, pero en vez de contestarme se limitó a decirme que, posiblemente, nunca llegaría a explicarme qué era lo que pasaba no porque no quisiese sino más bien, dijo, que “por falta de tiempo”. Simplemente se quedó pensativa durante unos segundos y me dio la caja que tienes en tus rodillas y me dijo:”Dáselo a Miriam, ella sabrá qué hacer”.  Después me dijo que tenía que guardarlo en un lugar seguro y que debía protegerlo como si fuese el tesoro más bonito y valioso que nunca llegaría a tener. No sé por qué me tomé sus palabras muy en serio, así que decidí guardar el cofre en el maletero de mi choche, como sabes tiene un departamento “secreto” donde guardo el chaleco reflectante y una rueda de repuesto, le hice un sitio y lo oculté allí.
         Ella iba al volante cuando pasó, yo iba detrás de ella. Cuando vi cómo ese coche se dirigía hacia nosotros la miré a través del espejo del coche y, aunque te parezca raro, se limitó a asentir a la vez que cerraba los ojos y se tapaba la cara con las manos para que el impacto fuese menos doloroso.

         El coche quedó completamente deformado en la parte delantera debido al impacto. A mí no me pasó nada grave, tan sólo unas cuantas heridas y moratones. Aunque parezca increíble en cuanto llegué a la conclusión de que lo peor ya había pasado, lo primero que hice fue salir del coche y coger del departamento “secreto” del maletero el pequeño cofre, inmediatamente después, opté por meterlo en mi bolso y no contarle a nadie las palabras que tuvo Bianca conmigo antes del accidente y, menos aún, lo que me había entregado. Bueno, a nadie menos a ti, claro.
-Está bien. Quiero que me ayudes.-Dije después de haber escuchado todo el relato y de haber meditado qué era lo que debía hacer, si tirar la toalla y pensar que el accidente había sido cosa del destino o si continuar hasta averiguar qué fue lo que pasó en realidad y, sobre todo, saber por qué a ella y no a otra persona. Después de pensarlo durante unos minutos que se me hicieron interminables, opté por la segunda opción.
-¿Ayudarte?, ¿en qué? – Dijo Sara a modo de respuesta.
-Antes dijiste que nos ayudarías a Bianca y a mí en lo que hiciese falta. Bien, pues te necesito ahora. Eres la única persona que me puede ayudar en este momento y la única oportunidad que tengo de saber qué fue lo que le pasó a mi hermana, por favor Sara. Te necesito.-Dije mientras la primera lágrima empezaba a bajar por mi mejilla.
-Cuenta conmigo para lo que sea. Sabes que lo haré, siempre y cuando me sea posible.-Dijo con una sonrisa que logró calmarme del todo.
-Está bien necesito que me dejes un coche.
-Vale, eso puedo conseguirlo fácilmente. ¿Puedo preguntar a dónde se supone que vamos a ir con el coche?
-¿Vamos? No hace falta que me acompañes.
-Sí, vamos. No pienso dejar que vayas por ahí tú sola Dios sabe a dónde.-Dijo a la vez que se levantaba del sofá y se dirigía a su habitación a arreglarse.
-Bueno, está bien. Vendrás conmigo pero a cambio necesito que me des la llave para poder abrir la cerradura de la caja.
-¿La llave? Bianca sólo me dio el baúl y no mencionó nada de ninguna llave, supondría que tú sabrías qué hacer.
-Aunque te parezca mentira creo que sí que sé qué es lo que debo hacer. Vamos.-Dije a la vez que me levantaba, cogía mi bolso y secaba las últimas lágrimas que habían resbalado por mi mejilla.
         Tuve que esperar dos minutos a que Sara cogiese todas sus cosas, entre las que estaban las llaves del coche que nos llevaría al lugar que, posiblemente, cambiaría mi vida para siempre.

sábado, 26 de enero de 2013

CAPÍTULO 15: COMPROBANDO MIS SOSPECHAS…


         Salí del hospital después de haberme despedido de mis padres y de haberles prometido que volvería a ir al día siguiente. El aire golpeando mi cara con suavidad me sirvió para despejarme un poco y, sobre todo, para tener más claras mis ideas. Mientras pensaba en cómo lograría descubrir qué era lo que contenía la nota vi a Nick acercándose a mí lentamente a la vez que en su cara aparecía una de esas sonrisas que tanto me gustaban y que tanto me reconfortaban.
-¿Qué tal ha ido?-Me preguntó después de haberme dado un beso como saludo.
-Pues la verdad es que mejor de lo que esperaba. Pero ahora creo que necesito desconectar un poco de esta situación. ¿Podríamos ir al hotel? Tengo muchísimas ganas de hablar con Bella, sinceramente, creo que nunca hemos estado tanto tiempo separadas.
-Sí, por supuesto que podemos ir al hotel. Llamaré a un taxi, espera aquí.
-Vale, pero antes de que te vayas a llamar a ese taxi, ¿me podrías responder a una pregunta?
-Sí, por supuesto.
-¿Cómo se supone que vas a llamar a un taxi si no sabes hablar español?-Le pregunté mientras intentaba no reírme de él en su cara.
-Cierto.-Dijo pensativo-Creo que será mejor que esa tarea te la deje a ti.-Terminó de decir mientras se reía a carcajadas.
         Mientras esperábamos a que llegase el taxi le conté con todo detalle cómo había ido mi visita, aunque opté por no contarle lo de la misteriosa nota.
         Cuando llegamos a nuestra habitación Nick dijo que iba a bajar a la cafetería donde habíamos desayunado esa misma mañana a tomar algo de comer. Yo le dije que en 15 minutos estaría allí, que quería hablar un rato con Bella para así compartir con ella mis sentimientos y emociones.
         Dos minutos después de que Nick se fuera por la puerta cogí la nota que había encontrado en el misterioso ramo de flores en la habitación de mi hermana y la observé pensativa durante un par de minutos. Después de hacer memoria recordé cómo Bianca y yo jugábamos de pequeñas a ser detectives y cómo, con ayuda de un limón, conseguíamos hacer una especie de tinta invisible. Junto con este recuerdo se me vino otro a la cabeza: cómo hacer para leer esos mensajes secretos.
         Rápidamente me dirigí a la cama dónde había dejado mi bolso, cogí un mechero y, con mucho cuidado, coloqué la llama de fuego que salía de éste debajo de la nota. Al cabo de unos segundos observé cómo se podían apreciar unas líneas en la hoja, así que cogí un lápiz que estaba en un bolsillo de mi abrigo y empecé a pintar toda la hoja. Cuando estuvo toda la hoja cubierta de lápiz comprobé que había quedado la silueta de unas letras. Eché todo el aire que tenían mis pulmones y comencé a leer lo que ponía la nota:
Plaza de Jacinto Benavente nº 2
San Lorenzo de El Escorial
        28200 Madrid
        Después de leer el contenido de la nota cogí el teléfono y llamé a Nick. Le dije que necesitaba dar una vuelta para que todos los sentimientos y emociones vividos esa misma mañana se asentasen. Luego llamé a Bella y le conté todo lo que me había pasado desde que nos habíamos separado hacía tan sólo unos días después de haber tomado un café en la cafetería del señor Tom, en Nueva York. Le conté cómo me sentía, mis pensamientos, mis inquietudes, en fin, se lo conté absolutamente todo sin que faltase ni un solo detalle. También le dije lo que iba a hacer en  cuanto terminase de hablar con ella por teléfono, me rogó que no lo hiciera porque decía que no quería perderme. Yo le dije que no pasaría nada que no se preocupase. Después de lograr tranquilizarla asegurándole que la llamaría si pasaba algo y de que la mantendría informada, metí en mi bolso todo lo que pudiese necesitar y salí de la habitación con un único pensamiento en mi cabeza: tenía que descubrir toda la verdad.

viernes, 25 de enero de 2013

CAPÍTULO 14, ALGO NO CUADRA…

         Estaba ensimismada mirando por la ventana el pequeño jardín situado en la parte de atrás de la habitación de mi hermana cuando alguien abrió la puerta de la habitación. Yo sabía perfectamente quién era por lo que opté por no darme la vuelta y hacer como si no hubiese escuchado ningún ruido. Noté cómo se acercaba a mí sigilosamente con el propósito de darme un pequeño susto y, pese a que casi no podía aguantarme las ganas de empezar a reír a carcajadas, continué con el pequeño juego. Unos segundos después noté cómo se acercaba a mi oreja derecha y, delicadamente, susurró unas palabras con las que consiguió hacerme en ese momento la persona más feliz del mundo.
-¿Qué tal está mi niñita mayor?
-La verdad es que creo que mejor de lo que había imaginado.-Le contesté a la vez que me daba la vuelta.- Te he echado mucho de menos, papá.-Dije mientras le daba dos besos.- Pero creo que soy yo la que debería preguntaros qué tal estáis después de todo lo que ha pasado en estos días.
-Pues si te soy sincero creo que hemos afrontado la situación bastante bien, dentro de lo que cabe ya que es casi imposible aceptar que alguien de tu familia esté pasando por un momento tan delicado y tú no puedas hacer nada para ayudarle.-Me contestó tratando de no derramar más lágrimas.
-Todo se va a arreglar, tarde o temprano, pero todo volverá a la normalidad.-Dije tratando de consolarle con las palabras más bonitas que encontré
-Lo sé, o por lo menos tengo la esperanza de que así sea. Bueno a parte de venir a saludarte también quería decirte que dentro de poco te tendrás que ir a casa porque no permiten que las visitas se queden durante la hora de comer, salvo, claro está, que te quedes en la cafetería.
-Ah, sí, no te preocupes que ya me voy, pero antes de volver al hotel, ¿me dejarías despedirme de ella a solas?-Dije en un tono de súplica muy parecido al que ponía cuando de pequeña quería que mis padres me comprasen algo.
-Por supuesto, te veo en cinco minutos en la cafetería. Te quiero.-Dijo mientras me daba un beso de despedida.
-Y yo a ti.-Dije a la vez que correspondía a su beso.
         Cuando oí cómo los pasos de mi padre se alejaban por el pasillo en dirección a la cafetería, me volví a sentar en la silla que estaba al lado de la cama de mi hermana. Empecé a mirarla de nuevo, como si temiese no poder acordarme de cada uno de sus rasgos. Mientras lo hacía, se oyó un ruido muy parecido al de cuando una hoja de papel se cae de una mesa al suelo. Como respuesta a este estímulo mis ojos se clavaron en uno de los ramos de flores que estaba en la mesita de noche de la habitación, no sé cómo ni por qué pero mi mirada se quedó clavada en un punto de ese ramo, concretamente en una hoja. Me levanté bruscamente de la silla y, rápidamente, me dirigí hacia la mesita con la sensación de que había algo en ese ramo, en esa hoja, que no terminaba de encajar. Cuando tuve el ramo en mis manos miré la hoja que segundos antes había conseguido cautivarme de tal forma que no podía despegar los ojos de ella. Me fijé en que había algo escrito en ella en una letra muy pequeña:

Parezco invisible pero no lo soy.

En ese momento me quedé pensativa tratando de averiguar quién podría haber escrito eso y a qué o quién se refería. Luego reaccioné y empecé a buscar todos los pequeños sobres en cuyo interior había mensajes de ánimo para mi familia y Bianca. Mis padres no habían sido capaces de abrir ninguno pero a mí no me importaba, yo no quería leer los mensajes, tan sólo quería encontrar uno que fuese o que por lo menos pareciese especial. Cuando ya me iba a rendir abrí el sobre correcto .Cogí mi bolso y mi abrigo, le di un beso a mi hermana en la frente y con un corto “te quiero” salí de la habitación .Mientras caminaba por los pasillos del hospital con paso firme en dirección hacia la cafetería que se encontraba en el mismo edificio abrí con un hábil movimiento de mi mano el sobre que había cogido en la habitación y eché una ojeada a lo que había en su interior. Me encontré lo que esperaba: Una  nota en la que no había absolutamente nada escrito o, por lo menos, eso era lo que parecía.

POSDATA: Siento no haber podido colgar muchos capítulos esta semana pero es que he tenido que estudiar un examen dificilísimo, pero aquí tenéis el nuevo capítulo, espero que os encante!!! Un besazo enorme a tod@s!!!!!

miércoles, 23 de enero de 2013

CAPÍTULO 13, EN LA HABITACIÓN…

         Mi madre me dejó a solas con mi hermana con la disculpa de que necesitaba tomar el aire, aunque yo sabía perfectamente que no era por eso, sino porque quería dejarme sola con ella, sabía que no me gusta llorar delante de la gente y menos aún de la gente a la que más quiero porque no me gusta que me vean sufrir. Cuando oí cómo sus pasos se alejaban de la habitación por el pasillo me senté en la silla que estaba situada al lado de la cama donde estaba situada mi hermana y, en la que supuse, había estado sentada mi madre hacía unos minutos.
Al principio no reaccioné tan sólo me dediqué a mirar sus ojos que estaban cerrados pero que si estuviesen abiertos serían de color verde, como los de mi madre, luego su pelo de color castaño claro, inmediatamente después mis ojos se detuvieron en sus labios que aparentemente parecían estar curvados en una de esas sonrisas traviesas que solía poner cuando quería hablar conmigo de cualquier tema del cual no se atrevía a hablar con mi madre o mi padre; pensé que con ella me decía que todo estaba bien aunque para respirar necesitase la ayuda de una máquina y, sobre todo, parecía decir que me había perdonado, que me quería por encima de todo y que lo seguiría haciendo como cuando todo estaba bien entre nosotras, antes de que me fuera.
En ese momento se me vinieron a la cabeza todos los buenos momentos que habíamos vivido juntas desde el primer día que la vi, en brazos de mi madre, cuando yo solamente contaba con un añito de edad y, según mis padres, me la enseñaron y me dijeron: “Ésta es tu hermanita y lo será siempre así que trátala bien, con cariño y amor que ella hará lo mismo contigo. Pero sobre todo tendrás que estar con ella en los buenos y malos momentos. Para siempre.”Pese a no entender muy bien qué era lo que querían decir mis padres con aquellas palabras le di un besito en su mejilla izquierda y ella, como respuesta, se limitó a regalarme su primera sonrisa. Después recordé una vez en la que estábamos en la acera una al lado de la otra y ella, no sé muy bien por qué, salió corriendo hacia la acera de enfrente sin haber mirado a izquierda o derecha antes. Lo recuerdo todo a cámara lenta: Mi hermana corriendo con una sonrisa en la boca mientras, sin darse cuenta, hacia ella se dirigía un coche a gran velocidad, pero de repente alguien que estaba a mi lado se dirigió corriendo hacia ella y, primero cogiéndola por la muñeca y luego tirando de ella hacia la acera de nuevo, consiguió salvarla. Fue en ese momento cuando me di cuenta del significado de las palabras que me habían dicho mis padres cuando yo contaba con apenas un añito de edad: Debía protegerla de todo y todos.
Fue así cómo me convertí en su segunda madre, no quería que nada le pasase, creo que  fue una responsabilidad demasiado grande para una niña de tan sólo 13 años de edad. Justamente unos segundos después de que el “misterioso extraño” rescatase a mi hermana, los ojos de él se cruzaron con los de  ella mientras la sujetaba y trataba de calmarla debido al susto que tenía en el cuerpo e, inmediatamente después cuando Sergio, que así se llamaba, me miró directamente a los ojos logró que mi corazón fuese a mil por hora.
Bianca tenía solamente 12 años y yo 13, pero aún así las dos logramos enamorarnos del mismo chico aunque, claro, él sólo se decidió por una. Así fue como empezaron nuestros problemas, sin darnos cuenta, porque fue dos años y medio después cuando el destino de Bianca, el de Sergio y el mío volvieron a cruzarse en el mismo camino.
En ese momento algo me alejó de mis pensamientos: una lágrima resbaló por mi mejilla y, justo en ese instante, comencé a llorar por todos los malos momentos vividos, todos los malos recuerdos que se agolpaban en mi cabeza pero sobre todo por la situación que estaba viviendo mi hermana, mi pequeña, y por ver cómo se me escapaba de las manos sin poder hacer algo para ayudarla.


domingo, 20 de enero de 2013

CAPÍTULO 12, LÁGRIMAS…


         Al principio pensé que estaba soñando debido a lo enormemente iluminada que estaba  la habitación pese al día oscuro que era,  pero luego me di cuenta  que había un ventanal enorme que daba a una especie de jardín lleno de pequeñas flores de distintos colores. Cuando la luminosidad de la habitación dejó de interesarme empecé a observar atentamente toda la habitación fijándome en cada detalle de la misma: Primero mis ojos se detuvieron en una mesita llena de flores de distintos colores en las que en cada macetita había un pequeño sobrecito en cuyo interior supuse habría toda clase de notas de ánimos hacia toda mi familia; después mis ojos se detuvieron en la única cama que había en la habitación que estaba siendo ocupada por ella, lentamente recorrí con mi mirada cada parte de su cuerpo que no estaba debajo de las sábanas y, por lo tanto, podía ser vista con sólo echar un vistazo, desde sus delicadas y preciosas manos hasta la parte que más me impresionó: su cara. Sus ojos estaban cerrados y tenía unos tubos situados justo debajo de la nariz que la conectaban a una especie de máquina gracias a la cual podía lograr respirar. Aunque parezca extraño eso no fue lo que más me impactó, ya que mis ojos siguieron recorriendo la habitación hasta llegar a ella, mi madre. Había envejecido mucho desde la última vez que la había visto hacía unos  meses, su expresión era la de una persona que lleva días sin dormir y que no puede ocultar su cansancio.
Me estaba mirando con sus preciosos ojos verdes a los cuales les faltaba ese brillo que los caracterizaba, pero aún así seguían siendo lo suficientemente expresivos como para saber lo que estaba tratando de decirme con la mirada, sin necesidad de palabras. Poco a poco me acerqué a ella y, cuando no quedaban nada más que unos pocos centímetros de distancia entre nuestros cuerpos, nos abrazamos con fuerza. No lloré, no podía  hacerlo ya que mi madre necesitaba a una persona fuerte a su lado o por lo menos con más fuerzas de las que disponía ella en ese momento para así poder tomar las riendas de la situación.
         Después del efusivo abrazo que mantuve con mi madre empecé a pensar en cómo habíamos llegado a esa situación y entonces me di cuenta de que lo mejor sería que me enfrentase a la realidad que me rodeaba lo antes posible. Fue entonces cuando la miré tratando de que despertase y me dijese que todo había sido una broma de mal gusto o que mi despertador sonase y todo hubiese sido una horrible pesadilla, pero no fue así, porque al fin y al cabo los milagros no existen y sabía que posiblemente jamás volvería a ser la misma, pero  sobre todo que para lograr averiguar qué fue lo que pasó en realidad tendría que tener algo muy claro: Bianca, mi hermana, estaba en coma y tendría que hacer todo lo que estuviese en mi mano para ayudarla ya que posiblemente no todo hubiese sido por culpa del destino sino de un secreto que tarde o temprano lograría descubrir la luz.
POSDATA: Esta semana, no creo que pueda subir mucho porque tengo exámenes, trabajos, tareas..., pero no os preocupéis que habrá más y mejor, no se os olvide comentar!!!! Bikosss



jueves, 17 de enero de 2013

CAPÍTULO 11, ¿PREPARADA?



         Estaba ensimismada mirando las notitas cuando una musiquita logró sacarme de mis pensamientos, procedía de mi móvil, concretamente era la música que sonaba cuando recibía un mensaje. Me dirigí rápidamente a la mesa en la cual estaba situado mi bolso, cogí el móvil y comencé a leer el mensaje. Era de Nick y decía que fuese a una cafetería situada en la calle Serrano. Inmediatamente después de leer el mensaje guardé las notas en mi bolso y me terminé de arreglar ya que con la emoción del leerlas no me había terminado de vestir y, menos aún, de maquillar.
         Salí de la habitación justo después de haberme puesto mis tacones favoritos, los primeros que tuve, mientras lo hacía recordé cómo los había conseguido.
Me los había regalado una de las personas más importantes en mi vida en el día de mi 18 cumpleaños. Me los había regalado Bianca, era casi mi alma gemela, nos llevamos un año de diferencia que casi no se notaba por lo bien que nos complementábamos y cómo nos queríamos. Nuestra relación era perfecta hasta que el destino quiso que eso cambiara. Nos habíamos hecho daño muchas veces, pero siempre nos habíamos reconciliado. Hasta ese momento. Nos hicimos tantas heridas que nunca llegamos a pedirnos perdón y, lo peor de todo, nuestras vidas se habían separado. Pero estaba segura de que ella me seguía queriendo y de que me había perdonado, al igual que yo a ella.
Estaba tan concentrada pensando en todas las cosas que tenía que resolver aprovechando mi estancia en Madrid, que no me di cuenta de que había llegado a la cafetería en la que había quedado con Nick para desayunar, hasta que una voz conocida consiguió que dejase a un lado todos mis pensamientos.
-¿Quién soy?- susurró Nick en mi oído.
-Eres la persona con la que comparto todos los momentos buenos y malos de mi vida y que por suerte sabe estar a mi lado cuando más lo necesito, ayudándome a tomar las decisiones más difíciles y, por supuesto, apoyándome en todo momento.-Le dije mientras me giraba y le regalaba una sonrisa llena de amor y ternura.-
-Dios, cuánto te quiero.- Dijo mientras con sus manos sujetaba mi cara con delicadeza.-Por eso me enamoré de ti.
-Yo también te quiero.-Dije mientras se acercaba lentamente hacia mis labios y me besaba con ternura.
         Llevaba casi un día entero sin comer, por lo que desayuné como nunca lo había hecho antes. Nick y yo hablamos de nada y a la vez de todo, de cosas sin importancia pero que abarcaban una gran variedad de temas, hasta que llegó el momento decisivo. Sabía que se había pasado la noche pensando en qué era lo que me debía decir ya que, aunque a ojos ajenos fuese una conversación normal, a los míos hablaba de forma casi antinatural, como si hubiese hecho un guión y luego lo hubiese estudiado palabra por palabra.
-¿Crees que estás preparada?,-dijo tragando saliva como si con ello lograse coger carrerilla y decirlo todo de un tirón-pienso que antes de entrar en ese hospital deberías pensar en ello. Es un momento duro, sí, seguramente el momento más duro al que te hayas tenido que enfrentar y seguramente el más difícil al que jamás te tendrás que enfrentar. Pero antes de responder a mi pregunta piensa sobre lo que te voy a decir a continuación porque creo que será lo mejor.  Creo que para decidir si estás o no preparada antes tendrías que pensar que éste va a ser un duro golpe para ti, ya que verla en ese estado no es nada agradable, sobre todo si se trata de un ser querido, pero ten siempre en cuenta que para asumirlo siempre, pase lo que pase, contarás con mi ayuda, cariño y comprensión.-Dijo soltando el poco aire que le quedaba en sus pulmones, aliviado.
-Sí, estoy preparada.-Dije después de pensar en toda la razón que tenían las palabras de Nick- Supongo que para estas cosas nadie nace preparado, sólo hay que aprender a mentalizarse y yo ya lo he hecho. Sé que lo que me encontraré en el hospital no será nada agradable, pero yo la quiero y siempre me he jurado a mí misma que estaría con ella en todos los momentos, no sólo en los buenos sino también en los malos. Por desgracia éste es el peor de todos con diferencia, pero lo único que puedo hacer es mirar hacia delante y seguir caminando, posiblemente me caeré muchas veces pero si consigo levantarme todas esas veces en las que no me queden fuerzas para volver a levantarme, lograré superar y afrontar todos los problemas que se me presenten y, sobre todo, pase lo que pase sólo daré un paso atrás para coger impulso.-Dije convencida de todas las palabras que acababa de soltar en mi emotivo discurso.
-Está bien, es tu decisión y estamos juntos en ella.-Dijo cogiéndome la mano.-Creo que ya es hora de irnos hacia el hospital.
-Está bien, voy a llamar a mis padres para decirles que vamos para allá.-Dije a la vez que me levantaba, cogía mi bolso, le daba un fugaz beso a Nick en los labios y me dirigía a la puerta.
         La conversación con mis padres fue bastante breve. Sólo les dije lo imprescindible: que habíamos llegado a Madrid de madrugada y que en cuestión de media hora pasaríamos por el hospital. Mientras hablaba con ellos me fijé en que Nick también estaba hablando por teléfono y parecía alterado, en ese momento no le di mayor importancia pero con el paso de las horas fui notando que estaba nervioso y raro. Cuando colgué, Nick estaba saliendo de la cafetería en la cual habíamos desayunado. Mientras comenzábamos a caminar hacia una parada e taxi saqué a Berry de mi bolso para que estirase un poco sus pequeñas patitas.
         Abrí los ojos con el frenazo. Estaba metida en un coche, concretamente en el taxi que nos había llevado hasta el hospital. Miré por la ventanilla y vi que el cielo se había puesto de un color grisáceo, como si estuviera a punto de llover. Ordené todos mis pensamientos, resoplé como si quisiera coger fuerzas para todo lo que me deparaba el destino y abrí la puerta del coche. Con paso seguro me dirigí a la puerta del hospital,  me detuve un momento para preguntarme a mí misma si estaba haciendo lo correcto y llegué a la conclusión de que era lo mejor que podía hacer. Me despedí de Nick y de Berry, que se quedaron fuera, y entré en el edificio. Me dirigí hacia recepción y le pregunté a la mujer que me atendió en qué habitación estaba ella, muy amable me contestó que en la número 94. Después de internarme en los pasillos del hospital durante un rato que se me hizo eterno, allí estaba, la puerta de la habitación número 94. Estaba en frente de ella, solté todo el aire que tenía en mis pulmones con un resoplido y, finalmente, agarré el pomo con decisión para abrir la puerta sin saber qué era lo que me encontraría al traspasarla y menos aún si sería capaz de superarlo algún día.